Las metáforas pictóricas que despliega la creadora peruana Issa Watanabe poseen una mágica y seductora narrativa, reconocida con numerosos premios en anteriores propuestas, que no precisa siquiera de palabras para sublimar mensajes de esperanza, como el que esconde la particular singladura del conejo protagonista. A partir de las analogías con el arte japonés al que se hace referencia en el título (consistente en restaurar una pieza de cerámica rota siguiendo una metodología muy concreta); el animal humanizado recorre distintos ecosistemas tras el pájaro que arruinó la sobremesa buscando, precisamente, recomponer el desaguisado y encontrar nuevos brotes que alimenten el optimismo. Ese sendero está poblado de encuentros con otros animales, representados con idéntica belleza, y permite trazar un nuevo camino bajo las consignas de aquellos versos de Emily Dickinson, "La esperanza es esa cosa con plumas..."
Las metáforas pictóricas que despliega la creadora peruana Issa Watanabe poseen una mágica y seductora narrativa, reconocida con numerosos premios en anteriores propuestas, que no precisa siquiera de palabras para sublimar mensajes de esperanza, como el que esconde la particular singladura del conejo protagonista. A partir de las analogías con el arte japonés al que se hace... Seguir leyendo