El sapo parece aburrido y solitario, por ello el mosquito, primero; y el caracol, la hormiga, la araña, la libélula y el ciempiés, después; han tratado de borrar esa expresión desganada de su rostro, pero en vez de ser recompensados por su empatía han sufrido las consecuencias de la inexorable ley animal. En vez de caer en el desaliento, el pícaro saltamontes decide seguir intentándolo con una nueva "puesta en escena", ¿crees que cambiará el signo que había tomado la tarde? Un divertido aperitivo en el que la artista navarra desarrolla la secuencia bajo coloridos escenarios, desnudos de artificios, para otorgar todo el protagonismo a la galería de pequeños personajes animales humanizados. En sus reflexiones, integran variados y simpáticos juegos fónicos que contribuyen a dibujar una sonrisa en los más pequeños de la casa mientras avanza la historia hasta un inesperado epílogo. Ideal para una sesión de lectura compartida.
Conoce la trayectoria de Maite Mutuberria en Canal Lector
El sapo parece aburrido y solitario, por ello el mosquito, primero; y el caracol, la hormiga, la araña, la libélula y el ciempiés, después; han tratado de borrar esa expresión desganada de su rostro, pero en vez de ser recompensados por su empatía han sufrido las consecuencias de la inexorable ley animal. En vez de caer en el desaliento, el pícaro saltamontes decide seguir intentándolo con una nueva "puesta en escena", ¿crees que cambiará el signo que había tomado la... Seguir leyendo
TARDE DE SAPO
ERA UNA TARDE CUALQUIERA
PARA EL SAPO
Y PARA EL MOSQUITO.
OZZZTRAZZZ, QUÉ ABURRIDO EZZZTÁ EL ZZZAPO,
PENSÓ EL MOSQUITO.