Si alguna vez has observado a un mandril sabrás que posee una anatomía ciertamente curiosa, y que tiene una parte de su cuerpo que destaca sobre las demás, pero, ¿sabes el origen de esa peculiaridad? Según cuenta la leyenda, esbozada por Anya Damirón, todo comenzó hace ya tiempo, cuando el animal se sentaba todos los días en el mismo lugar a pensar e imaginar acciones con las que poder ayudar a los demás compañeros de la selva. La continua exposición al sol provocó un pequeño incidente que moldeó para siempre el cuerpo del sabio primate. Una colorida colección de ilustraciones digitales jalona el relato con el los autores tratan de revelar, con imaginación y buen humor, curiosidades insospechadas. Al mismo tiempo, el cuento está tamizado de valores positivos, como la escucha activa, la solidaridad o la empatía, que sirven como caudal para conducir el argumento.
Si alguna vez has observado a un mandril sabrás que posee una anatomía ciertamente curiosa, y que tiene una parte de su cuerpo que destaca sobre las demás, pero, ¿sabes el origen de esa peculiaridad? Según cuenta la leyenda, esbozada por Anya Damirón, todo comenzó hace ya tiempo, cuando el animal se sentaba todos los días en el mismo lugar a pensar e imaginar acciones con las que poder ayudar a los demás compañeros de la selva. La continua exposición al sol provocó un... Seguir leyendo
MANDRIL
Mandril
se sentaba todos los días
en el mismo lugar.
Cerca del río, entre las montañas,
bajo un árbol gigante,
encima de una pila de rocas,
lo podías encontrar.