La colaboración entre la escritora británica Julia Donaldson y el ilustrador alemán, afincado en Londres, Alex Scheffler ha generado algunos títulos inolvidables en el ámbito de la literatura infantil (¿quién no conoce al Grúfalo?); y sigue produciendo relatos, principalmente orientados a los primeros lectores y con aroma de cuento clásico, muy recomendables. La colección ambientada en el Bosque de la Bellota destila esa dulzura inherente a sus grandes obras, y propicia un encuentro cálido para la lectura compartida. En los dos primeros capítulos de la serie conocemos al Lirón y a la Rana, además de a su pandilla de amigos. El Lirón tiene algunas molestias típicas que provocan los enfriamientos con el cambio de tiempo (dolor de garganta, algo de fiebre); por eso decide ir al médico, una comadreja que examina delicadamente al paciente. Durante el reposo recibirá la visita de la Ardilla, el Mirlo, el Zorro, el Topo. Las sorpresas que esconden sus obsequios animan al protagonista a recobrar la salud para disfrutar de una jornada festiva final en la Feria de la Bellota. Por su parte, la Rana comparte su excursión a la playa, un viaje en tren en el que los lectores participan en un divertido "control de aduanas" investigando el interior de las maletas y variados equipajes que portan los otros compañeros de jornada estival, incluso las pertenencias del conductor del tren que los lleva a la orilla del mar. En ambos casos se trata de propuestas interactivas, con solapas de fácil manipulación, estructuradas con dos frases por página y editadas pensando en la seguridad del lector al que se dirigen (buen gramaje, puntas redondeadas). Las coloridas ilustraciones, "marca de la casa", garantizan un atractivo extra. En la misma serie están incluidas otras aventuras, igualmente protagonizadas por animales humanizados, como La Ardilla y el muñeco de nieve, La Gata quiere cocinar, Las gafas de Topo y La banda del Tejón.

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