El unicornio siberiano más famoso de la literatura infantil es un amante confeso del sol. Le gusta TODO de él, todo excepto que desaparezca cada atardecer. Carpanzote, cazador experto, tiene otras preferencias. A él lo que le gusta es Troti, pero no la apariencia, sino su valor como plato de alta cocina. Hace lo que puede para que termine asado o, quién sabe, frito para saborear su, dicen, gustoso sabor. Intrigado por la trayectoria del astro rey, sin darse cuenta, nuestro querido protagonista escapa de las trampas que el astuto montero siembra en el territorio prehistórico en el que transcurren las aventuras del pequeño mamífero y sus amigos, ahora en formato cómic con las ilustraciones del artista malagueño Alejandro Villén (responsable también de las imágenes que contienen las novelas de estos mismos personajes). Las historietas, con vocación de continuidad y secuenciadas en pequeños relatos, aquí en tres capítulos, mantienen vivo el humor característico de los textos originales, muy populares en todos los centros de educación infantil. A modo de epílogo se ofrecen unos apuntes informativos sobre los animales extintos que inspiraron a la autora para crear a su protagonista, otros inventos y descubrimientos que tuvieron lugar en aquel tiempo previo a la escritura, e incluso un reto de agudeza visual para los lectores y una suculenta receta (que esperamos no llevéis a la práctica), de Troti al ajillo...
Libros de Begoña Oro en CL
Otras ilustraciones de Alejandro Villén en CL
El unicornio siberiano más famoso de la literatura infantil es un amante confeso del sol. Le gusta TODO de él, todo excepto que desaparezca cada atardecer. Carpanzote, cazador experto, tiene otras preferencias. A él lo que le gusta es Troti, pero no la apariencia, sino su valor como plato de alta cocina. Hace lo que puede para que termine asado o, quién sabe, frito para saborear su, dicen, gustoso sabor. Intrigado por la trayectoria del astro rey, sin darse cuenta, nuestro querido protagonista escapa de las trampas que el astuto... Seguir leyendo
TROTI
- Veo veo
A Troti le ob-se-sio-na el sol.
- Buenos días.
- ¡El sol!
Le gustan su luz, su calor.
Solo hay algo que no le gusta del sol.
- Buenas noches