Jessi ahora vive en Stoneybrook. Al principio fue difícil, pero gracias a su amiga Mallory Pike todo resultó más sencillo. También le ayudó su afición al ballet, que practica en casa cada día gracias al espacio que sus padres habilitaron, y, especialmente, su ingreso en el Club de las Canguro. En una de las reuniones, la nueva integrante debe afrontar un reto que nunca antes se había producido en la dinámica de la asociación: ayudar a un niño sordo con el que únicamente pueden comunicarse a través de la lengua de signos. Al mismo tiempo que acepta la propuesta, compagina las sesiones de danza en la academia, en donde debe soportar algunas malas actitudes de compañeras, y afrontar la próxima celebración de una gala muy especial donde ha sido elegida para uno de los papeles protagonistas, Swanilda. Matt, el pequeño del que debe hacerse cargo, pronto mostrará todo su afecto por la joven gracias a su carisma y dulce personalidad, pero, ¿será capaz de afrontar sin presión tantos desafíos simultáneos? Chan Chau mantiene la línea de calidad de la serie introduciendo nuevas y necesarias temáticas en la trama, ampliando la nómina de personajes e incitando a la reflexión sobre diversos asuntos de gran importancia en la sociedad (la normalización de las vidas de las personas que tienen discapacidades, la gestión eficiente de la salud mental de los preadolescentes identificando los posibles focos de conflicto...)
Jessi ahora vive en Stoneybrook. Al principio fue difícil, pero gracias a su amiga Mallory Pike todo resultó más sencillo. También le ayudó su afición al ballet, que practica en casa cada día gracias al espacio que sus padres habilitaron, y, especialmente, su ingreso en el Club de las Canguro. En una de las reuniones, la nueva integrante debe afrontar un reto que nunca... Seguir leyendo
EL CLUB DE LAS CANGURO
HOLA, SOY JESSICA DAVIS RAMSEY, PERO PUEDES LLAMARME JESSI.
ANTES VIVÍAMOS EN OAKLEY, NUEVA JERSEY. PERO LUEGO ASCENDIERON A MI PADRE EN EL TRABAJO, QUE ES GUAY, SÍ...
PERO ESO SIGNIFICABA QUE TENDRÍA QUE TRABAJAR EN LA SUCURSAL DE STAMFORD, CONNECTICUT.
Y POR ESO AHORA VIVIMOS AQUÍ, EN STONEYBROOK.