Seguro que alguna vez has presenciado ese momento mágico y delicado, cómo se enhebra el hilo en la aguja deslizándose entre los agujeros de un botón. Los fragmentos de cotidianeidad de Adriana y Pablo evocan el recuerdo de sus mayores y de la tradición, un vuelo sobre la memoria y los sueños que ayudaron a sobrevivir y a levantar familias. El punto de confluencia constituye un sincero homenaje a los oficios en los que ambos objetos son los principales: pescadoras, cirujanas, tejedoras... En todas las partes del mundo, de las islas Cook hasta China, las mujeres cosen historias increíbles, algunas de resiliencia, sacrificando presente y su futuro, como el que se abre para Adriana y Pablo mientras siguen manteniendo la ilusión. Poesía y prosa se dan la mano en una bella alegoría sobre las tradiciones familiares, la amistad y la ilusión por seguir adelante, ilustrado con gran elegancia en tonalidades pastel por Silvia Álvarez.
Seguro que alguna vez has presenciado ese momento mágico y delicado, cómo se enhebra el hilo en la aguja deslizándose entre los agujeros de un botón. Los fragmentos de cotidianeidad de Adriana y Pablo evocan el recuerdo de sus mayores y de la tradición, un vuelo sobre la memoria y los sueños que ayudaron a sobrevivir y a levantar familias. El punto de confluencia constituye un sincero homenaje a los oficios en los que ambos objetos son los principales: pescadoras, cirujanas, tejedoras... En todas las partes del... Seguir leyendo
El hilo que nos cose
La abuela se ajusta las gafas. Chupa el extremo del hilo azul marino y enhebra la aguja. Es sorprendente que lo haga a la primera. Desliza el hilo enre los cuatro agujeros del botón, formando un aspa: la cruz de un mapa del tesoro, la que indica el lugar donde está enterrado.