Una fábula, con hechuras de texto clásico, construida a partir de ese momento mágico que se produce entre una madre y su hijo al calor de una lectura compartida. La imaginación comienza a hervir, y los lectores, como Mario, ponen rápidamente cara a los personajes principales, animales humanizados, y a los escenarios naturales en donde transcurre la trama. Con narrativa poética y metafórica, Covadonga Onís construye una obra que se disfruta al mismo ritmo que el bullir de ese río que suena cerca. Carlota, una valiente ardilla que abandona su zona de "confort" para adentrarse en el bosque, traba amistad con Óscar, el sapo. Juntos recorren distintos rincones de la floresta, donde deben hacer frente a algunas amenazas (el ciclo de la vida genera una permanente lucha del bien contra el mal en clave de supervivencia animal); y fraguan variados aprendizajes; una travesía que se traduce en emociones y conceptos fácilmente identificables para los niños y niñas que se sumerjan en este espacio natural que aprendemos a respetar y amar. El libro, editado con elegancia -incluye marcapáginas de tela y las cubiertas en tapa dura, además de una colección de bellas imágenes, en tinta china, que recuerdan a las litografías populares en la literatura decimonónica-; tiene un interesante complemento en el exhaustivo cuaderno creativo de trabajo que aporta la editorial, por si la novela es seleccionada por los docentes para trabajar determinadas temáticas en el aula o, simplemente, para desarrollar ejercicios y estrategias para fomentar la imaginación, la comprensión lectora y la reflexión tras el disfrute del mismo.

Una fábula, con hechuras de texto clásico, construida a partir de ese momento mágico que se produce entre una madre y su hijo al calor de una lectura compartida. La imaginación comienza a hervir, y los lectores, como Mario, ponen rápidamente cara a los personajes principales, animales humanizados, y a los escenarios naturales en donde transcurre la trama. Con narrativa poética y metafórica, Covadonga Onís construye una obra que se disfruta al mismo ritmo que el bullir de ese río que suena cerca.... Seguir leyendo