Aldous Huxley quiso dibujar una caricatura de la sociedad de su época, en el periodo de entreguerras, encaminada hacia un discutible progreso. Con humor cruel y mordaz describe un tecnificado y opresivo mundo futuro, regido por la religión del consumo, ¿muy distinto al actual? Algunas de sus previsiones, como la fecundación in vitro, pasaron de simples posibilidades tecnológicas a realidades. Por esta y otras muchas cosas, esta novela, más que un libro sobre el futuro es una ácida reflexión sobre el control que la ciencia y el poder político ejercen sobre la libertad humana. La obra, integrada en el corpus de lecturas sugeridas desde los centros escolares durante varias generaciones en la fase final de Secundaria, tiene aquí el atractivo complemento gráfico de Cristina Daura, que aporta una colección de coloridas y luminosas pero, paradójicamente, inquietantes ilustraciones que esbozan bajo dulces apariencias el drama que subyace en toda la trama. Una fascinante edición, con un prólogo del propio autor escrito en 1946, para que los múltiples amantes de la distopía descubran que ya se trabajaba este subgénero hace muchos muchos años con brillantez.
Aldous Huxley quiso dibujar una caricatura de la sociedad de su época, en el periodo de entreguerras, encaminada hacia un discutible progreso. Con humor cruel y mordaz describe un tecnificado y opresivo mundo futuro, regido por la religión del consumo, ¿muy distinto al actual? Algunas de sus previsiones, como la fecundación in vitro, pasaron de simples posibilidades tecnológicas a realidades. Por esta y otras muchas cosas, esta novela, más que un libro sobre el futuro es una ácida reflexión sobre el... Seguir leyendo
Un mundo feliz
Un macizo edificio gris de solo treinta y cuatro plantas. Sobre la entrada principal, las palabras CENTRO DE INCUBACIÓN y CONDICIONAMIENTO DE LA CENTRAL DE LONDRES y, en una placa, la divisa del Estado Mundial: COMUNIDAD, IDENTIDAD, ESTABILIDAD.
La enorme sala de la planta baja estaba orientada al norte. Fría a pesar del verano que dominaba el exterior del edificio y del calor tropical del interior, una luz cruda y pálida brillaba a través de las ventanas buscando ansiosamente algún cuerpo yacente amortajado, alguna pálida forma de académica carne de gallina;