Said viaja tres días oculto en un camión hasta llegar a Barcelona. Aunque no tiene certezas sabe a ciencia cierta que su hermano está en algún lugar de esa ciudad. Pero, ¿dónde buscarle? La urbe es inmensa y no tiene un lugar donde dormir, dinero para comer ni amigos a los que recurrir. En su deambular sin rumbo fijo solo encuentra un mínimo consuelo en algunos cuadros urbanos pintados sobre muros, dibujos que traen añoranzas de la tierra que dejó atrás y de su madre. También del instante traumático, uno de tantos, en el que Ahmed decidió marcharse de casa. Un retrato real de cómo se sienten algunos jóvenes en sus países de acogida, sobreviviendo en situaciones adversas, enfrentándose a desafíos a cada paso y, por si fuera poco, sufriendo la indiferencia de la sociedad urbana. La esperanza del reencuentro insufla ánimo al pequeño que, a pesar de la difícil aventura, encuentra migajas de solidaridad en la labor anónima de unas mujeres o en una pandilla de menores que, como él, tienen en la calle su principal hogar. Jesús Ballaz siempre ha mostrado gran sensibilidad por temáticas sociales a través de historias que destilan una sensibilidad especial. En esta ocasión a través del lenguaje del cómic, con una propuesta colorista y, al mismo tiempo, barnizada de nostalgia a cargo de Mohamed Touirs, conocido en el campo de la ilustración como Ed Oner.
Said viaja tres días oculto en un camión hasta llegar a Barcelona. Aunque no tiene certezas sabe a ciencia cierta que su hermano está en algún lugar de esa ciudad. Pero, ¿dónde buscarle? La urbe es inmensa y no tiene un lugar donde dormir, dinero para comer ni amigos a los que recurrir. En su deambular sin rumbo fijo solo encuentra un mínimo consuelo en algunos cuadros urbanos pintados sobre muros, dibujos que traen añoranzas de la tierra que dejó atrás y de su madre. También del... Seguir leyendo
Buscando a Ahmed
Said había viajado tres días oculto en un camión y todavía le dolían los huesos. Tenía hambre. Comenzó a caminar por las calles con los ojos bien abiertos. Quería encontrar a su hermano Ahmed.
Desde que se fue, Ahmed no había enviado ninguna señal, pero Said sabía que estaba en esa ciudad extranjera, los rumores habían llegado hasta su pueblo.