Una casa embrujada y un fantasma amigable pero decidido sirven como metáfora de la difícil transición de la niñez a la adolescencia. El amplio espacio de la casa se transforma en el escenario perfecto en el que Marta conoce Fan, con quien entabla una amistad llena de complicidades. Fan hace las veces de ángel de la guarda de Marta, que entra temerosa en la adolescencia, pero que gracias a los cariñosos consejos de su amigo fantasma comenzará su camino con pasos tan firmes como propios.Una casa embrujada y un fantasma amigable pero decidido sirven como metáfora de la difícil transición de la niñez a la adolescencia. El amplio espacio de la casa se transforma en el escenario perfecto en el que Marta conoce Fan, con quien entabla una amistad llena de complicidades. Fan hace las veces de ángel de la guarda de Marta, que entra temerosa en la adolescencia, pero que gracias a los cariñosos consejos de su amigo fantasma comenzará su camino con pasos tan firmes como propios.
Avenida del Parque, 17
La madre se marchó y Marta se quedó sola en el cuarto. El espacio era enorme, más del doble del que tenía en el piso en el que había vivido hasta entonces, y la sensación de amplitud se veía reforzada por la ausencia de muebles. Se sentó en el suelo y contempló aquella habitación vacía que iba a ser su nuevo territorio.