Ir a clase, para Pececito, es toda una aventura. Él no es como el resto de compañeros de Primaria, al ser acuático y ectotérmico necesita de un ecosistema particular para garantizar la supervivencia, por lo que los preparativos son largos y engorrosos. El día a día es muy divertido junto al resto de alumnos, en su mayor parte animales, igualmente, humanizados; aunque hay momentos puntuales muy desagradables para el protagonista más allá de ese ceremonial matutino. Por ejemplo, no soporta las clases de gimnasia -por la lógica dificultad que tiene para él desplazarse corriendo-; pero con tal de estar a la altura accede a participar en la carrera de relevos, con tan mala fortuna de sufrir un accidente. La convalecencia servirá a un par de buenos amigos, y a nosotros, lectores de esta bella fábula; para disfrutar del sugerente hábitat en el que reside el personaje principal. Estancias submarinas ilustradas con dulzura e imaginación que despiertan la fantasía. Un canto a la amistad sincera simbolizada en un regalo final con el que la pequeña criatura tendrá mucho más fácil, a partir de ahora, la vida en el exterior y en el ámbito escolar. La autora japonesa, que se formó en el campo de la animación, ha cosechado ya algunos premios importantes en el ámbito de la creación gráfica a nivel internacional, y este libro supone su debut en el mercado en español.
Ir a clase, para Pececito, es toda una aventura. Él no es como el resto de compañeros de Primaria, al ser acuático y ectotérmico necesita de un ecosistema particular para garantizar la supervivencia, por lo que los preparativos son largos y engorrosos. El día a día es muy divertido junto al resto de alumnos, en su mayor parte animales, igualmente, humanizados; aunque hay momentos puntuales muy desagradables para el protagonista más allá de ese ceremonial matutino. Por ejemplo, no soporta las clases de... Seguir leyendo
Pececito

Ese de ahí es Pececito.
Está en primaria.
Hoy también tiene que ir al colegio.
Pero Pececito no puede respirar
fuera del agua, ya que es un pez.
Por eso, para salir de casa,
necesita prepararse.