Dos niños, dos mundos diferentes, dos realidades distintas. Los que mandan y los que son mandados, los que poseen y los que sirven a estos. No es un cuento triste, es una profunda y tierna reflexión sobre la infancia, la amistad y la existencia humana. Historia navideña llena de ternura y tristeza. La amistad entre dos niños, Paulina y Nin, sirve a Matute para mostrar dos formas de vida. La infancia es presentada en este relato inusual de la autora como una época de ingenuidad y generosidad. La otra gran protagonista es la naturaleza, mostrada como dadora de vida y también como causa de la muerte. Será la protagonista la que ofrezca el mensaje final de serena aceptación del orden de las cosas.
Dos niños, dos mundos diferentes, dos realidades distintas. Los que mandan y los que son mandados, los que poseen y los que sirven a estos. No es un cuento triste, es una profunda y tierna reflexión sobre la infancia, la amistad y la existencia humana. Historia navideña llena de ternura y tristeza. La amistad entre dos niños, Paulina y Nin, sirve a Matute para mostrar dos formas de vida. La infancia es presentada en este relato inusual de la autora como una época de ingenuidad y generosidad. La otra gran protagonista es la naturaleza, mostrada como... Seguir leyendo
Paulina
Acababa de cumplir diez años cuando me llevaron con los abuelos, a la casa de las montañas. Primero hicimos un viaje muy largo, que duró cerca de tres días. Tuvimos que coger dos trenes, y al final (después de tomar café con leche en un bar al lado de la estación, de madrugada, con un frío muy grande), llegó el autocar, pintado de azul, que llevaba a las montañas. Desde luego, fue un viaje larguísimo.