Teo, un personaje de colección que se ha ganado la simpatía de los niños a lo largo de muchas páginas, les enseña ahora a convivir con personas que proceden de otros lugares del mundo. Complementan el sencillo argumento algunas pinceladas de información respecto a varios aspectos de ese complejo fenómeno social que es la emigración y se proponen actividades lúdicas encaminadas a dar a conocer la riqueza cultural que supone la diversidad. A través de la educación se siembran así en la infancia las semillas que pueden contribuir a lograr un mundo mejor.Teo, un personaje de colección que se ha ganado la simpatía de los niños a lo largo de muchas páginas, les enseña ahora a convivir con personas que proceden de otros lugares del mundo. Complementan el sencillo argumento algunas pinceladas de información respecto a varios aspectos de ese complejo fenómeno social que es la emigración y se proponen actividades lúdicas encaminadas a dar a conocer la riqueza cultural que supone la diversidad. A través de la educación se siembran así en la infancia las semillas que pueden contribuir a lograr un mundo mejor.
Aprende a convivir
Teo y Pablo quieren ir un rato a jugar a casa de Ahmed, un niño marroquí que hace poco que vive en la ciudad. –¿Te gusta vivir aquí? –le pregunta Teo a Ahmed, mientras dan un paseo. –Sí pero añoro un poco a mi hermano mayor y a mis amigos. –¿Por qué no ha venido tu hermano mayor? –sigue preguntando Teo. –Porque mi padre quería que cuidara de la abuela. Quizá vendrá más adelante.