La leyenda de las ballenas. Whale Rider
Hace mucho tiempo, en la antigüedad, la tierra y el mar sentían un gran vacío, un gran anhelo. Las montañas se alzaban como escaleras que conducían al cielo, y la verde y exuberante vegetación cubría la tierra con un ondulado manto multicolor. El viento y las nubes dibujaban el irisado cielo con sus remolinos, en el que, algunas veces, se reflejaban prismas de arco iris o la aurora austral. El mar, siempre cambiante, brillaba en perfecta armonía con el cielo. Era un pozo en el fin del mundo y, cuando mirabas dentro de él, sentías que podías ver la eternidad en su interior.