Sencillo cuento que sitúa a los niños ante una disyuntiva central de nuestra sociedad de la información: ¿es mejor la copia o el original? Aburrido de esperar a su madre en la oficina, el niño protagonista saca fotocopias de sí mismo que llegarán casi a sustituirle, hasta que se da cuenta por sí mismo que es mucho mejor ser el original, ya que las copias podrían «secuestrarle» y hacerse pasar por él. Relatado con sencillez, con bonitas ilustraciones, no deja de ser un cuento importante por la moraleja que enseña. Sencillo cuento que sitúa a los niños ante una disyuntiva central de nuestra sociedad de la información: ¿es mejor la copia o el original? Aburrido de esperar a su madre en la oficina, el niño protagonista saca fotocopias de sí mismo que llegarán casi a sustituirle, hasta que se da cuenta por sí mismo que es mucho mejor ser el original, ya que las copias podrían «secuestrarle» y hacerse pasar por él. Relatado con sencillez, con bonitas ilustraciones, no deja de ser un cuento importante por la moraleja que enseña.
No hay nada como el original
-Tengo una reunión muy importante. Vuelvo pronto. Pórtate bien. Mi madre es muy importante. Tiene su propio despacho lleno de ordenadores, máquinas y otras cosas. A veces tiene que trabajar hasta muy tarde, y me lleva a la oficina después de recogerme en el colegio.