Estas pequeñas historias, llenas de humor e ironía, hablan de los hilos que tejen la vida de los seres humanos. Deseos y miedos cotidianos se conjuran a través de la sorpresa, la sonrisa y la burla, en un mundo poblado de animales humanizados. El autor, muy conocido en el mundo de la ilustración internacional, dibuja ahora estas historias con una paleta repleta de bellas palabras, que duran todos los días de un invierno.
Estas pequeñas historias, llenas de humor e ironía, hablan de los hilos que tejen la vida de los seres humanos. Deseos y miedos cotidianos se conjuran a través de la sorpresa, la sonrisa y la burla, en un mundo poblado de animales humanizados. El autor, muy conocido en el mundo de la ilustración internacional, dibuja ahora estas historias con una paleta repleta de bellas palabras, que duran todos los días de un invierno.
Cuentos de invierno
Tomás esperaba el primer día del invierno, que celebraría, como todos los años, cenando a la luz de las velas con Aglaé. Llevaba preparándolo todo desde hacía ya tiempo.
Aglaé era una zorra de cierta edad, como él, y soltera, como él. A Tomás le gustaba su conversación. Pero también le encantaba ver los reflejos cambiantes de su piel plateada y el suave parpadeo de sus largas pestañas pelirrojas.