Misterio en el Monasterio del Cuervo
–¡Caramba! ¡Vaya edificio más chulo! –dijo en tono admirativo uno de los chavales.
Se refería al Monasterio del Cuervo, que era una construcción solitaria situada en medio del campo y que parecía dormir el sueño de la Bella Durmiente. Un lugar de silencio en el que sólo se oían los graznidos de los cuervos. El último viernes antes de las vacaciones, la Banda del Regaliz había quedado con el profesor Altamira y algunos compañeros delante del portón de entrada al monasterio para hacer una visita guiada.