Narrando en tercera persona, con incursiones de diálogos y descripciones que agilizan el ritmo narrativo, el autor nos ofrece una novela fantástica con una buena dosis de aventura para resaltar el valor de la lectura y la importancia de la imaginación en los niños. Después de varias semanas de incesante lluvia, el colegio de Marta se desliza colina abajo hacia el mar. Ana, su profesora, aficionada a leerles cuentos en clase y a valorar la lectura como algo importante, convierte la clase en un barco pirata y disfruta de la aventura junto a los niños.Narrando en tercera persona, con incursiones de diálogos y descripciones que agilizan el ritmo narrativo, el autor nos ofrece una novela fantástica con una buena dosis de aventura para resaltar el valor de la lectura y la importancia de la imaginación en los niños. Después de varias semanas de incesante lluvia, el colegio de Marta se desliza colina abajo hacia el mar. Ana, su profesora, aficionada a leerles cuentos en clase y a valorar la lectura como algo importante, convierte la clase en un barco pirata y disfruta de la aventura junto a los niños.
La escuela de los piratas
Marta se despertó con el ruido que hacían las gotas de agua al golpear con furia contra los cristales. Abrió los ojos con desgana y miró el reloj: faltaban sólo unos pocos minutos para las ocho, ya no merecía la pena intentar dormir de nuevo.