Adaptación, en verso y con protagonistas animales, del genial cuento de Andersen en el que un par de estafadores consiguen engañar al emperador y a su corte, jugando con la vanidad del soberano, la cobardía de los cortesanos y el miedo de los súbditos. Sólo una insignificante rana –el equivalente al niño inocente en el cuento original- será capaz de denunciar el engaño, diciendo en voz alta lo que todos están pensando: «¡El Emperador va desnudo!». Un libro en formato de álbum, con unas espléndidas ilustraciones que recrean un reino de fantasía, con animales vestidos de época y con todo lujo de detalles. Muy atractivo, en suma, para los niños de estas edades.
Adaptación, en verso y con protagonistas animales, del genial cuento de Andersen en el que un par de estafadores consiguen engañar al emperador y a su corte, jugando con la vanidad del soberano, la cobardía de los cortesanos y el miedo de los súbditos. Sólo una insignificante rana –el equivalente al niño inocente en el cuento original- será capaz de denunciar el engaño, diciendo en voz alta lo que todos están pensando: «¡El Emperador va desnudo!». Un libro en formato de álbum, con unas espléndidas ilustraciones que recrean un reino de fantasía, con animales vestidos de época y con todo lujo... Seguir leyendo
El traje nuevo del emperador
El Gran Emperador se había despertado, y aún medio dormido, en la cama sentado, se rascó la cabeza distraído. Murmuró preocupado: «Una cosa va mal, y me parece a mí que yo sé cuál: mis súbditos no aprecian mi persona, no admiran ni una pizca mi corona. No estiman lo que digo y lo que hago, y hasta opinan que soy bastante vago...»