En la introducción, E. Serrano Asenjo nos presenta a Tomás Seral y Casas (Zaragoza, 1908-Madrid, 1975), el autor de las chilindrinas, un auténtico «dinamizador cultural» de su tiempo, poeta y periodista. En su infancia quería ser aviador y estudió mecánica, quizá porque «la aeropoesía no era conocida aún». Los lectores jóvenes, capaces de liberarse del pensamiento racional y de sumergirse en el juego, son los cómplices ideales para captar el guiño y la gracia de estos textos fruto de una actitud de vanguardia literaria. El mimo puesto en esta edición de pequeño formato, tan acorde con su contenido, se prolonga en las ilustraciones, irónicas, divertidas y de gran personalidad.
En la introducción, E. Serrano Asenjo nos presenta a Tomás Seral y Casas (Zaragoza, 1908-Madrid, 1975), el autor de las chilindrinas, un auténtico «dinamizador cultural» de su tiempo, poeta y periodista. En su infancia quería ser aviador y estudió mecánica, quizá porque «la aeropoesía no era conocida aún». Los lectores jóvenes, capaces de liberarse del pensamiento racional y de sumergirse en el juego, son los cómplices ideales para captar el guiño y la gracia de estos textos fruto de una actitud de vanguardia literaria. El mimo puesto en esta edición de pequeño formato, tan acorde con... Seguir leyendo
Chilindrinas
Se nota que el grifo de la inspiración se queda seco en que comienza a gotear etcéteras.
Cuando a la bicicleta se le va una rueda es que tiene ganas de jugar al aro.