Partiendo de uno de esos equívocos tan comunes en el habla, el pequeño Zorro emprende la tarea de «hacer un amigo» y, sin saberlo y tras una aparente frustración, consigue un par de buenos amigos. Una nota de humor y el deseo de captar la ternura de un episodio infantil son los rasgos que caracterizan a este álbum. Es de destacar la dimensión narrativa de las ilustraciones, donde las posturas de los personajes transmiten eficazmente un sentimiento o acción que el niño prelector puede reconocer con facilidad. Partiendo de uno de esos equívocos tan comunes en el habla, el pequeño Zorro emprende la tarea de «hacer un amigo» y, sin saberlo y tras una aparente frustración, consigue un par de buenos amigos. Una nota de humor y el deseo de captar la ternura de un episodio infantil son los rasgos que caracterizan a este álbum. Es de destacar la dimensión narrativa de las ilustraciones, donde las posturas de los personajes transmiten eficazmente un sentimiento o acción que el niño prelector puede reconocer con facilidad.
El zorro hace amigos
El Zorro estaba en su habitación... muy aburrido. «¡Ya sé! –pensó el Zorro–. ¡Necesito un amigo!» El Zorro agarró su red y fue a ver su mamá. -Voy a atrapar a un amigo –anunció. -Los amigos no se atrapan –le explicó su madre–. Los amigos hay que hacerlos. Entonces el Zorro dejó su red y salió a hacer un amigo.