Esta breve historia plantea a los niños una reflexión sobre la belleza y la fealdad, sobre las apariencias y lo que ocultan. A partir de un argumento clásico en el que un animal le dice al protagonista que está encantado y que detrás de su aspecto repugnante hay una princesa, el autor propone a los lectores meditar sobre lo que no se ve. La generosidad, la fe en los demás y las relaciones humanas son los ejes de este breve libro, que es muy largo en sus propuestas.Esta breve historia plantea a los niños una reflexión sobre la belleza y la fealdad, sobre las apariencias y lo que ocultan. A partir de un argumento clásico en el que un animal le dice al protagonista que está encantado y que detrás de su aspecto repugnante hay una princesa, el autor propone a los lectores meditar sobre lo que no se ve. La generosidad, la fe en los demás y las relaciones humanas son los ejes de este breve libro, que es muy largo en sus propuestas.
La princesa viene a las cuatro
Una jaula. De un lado a otro, ahí dentro camina, de un lado a otro; a rayas, a listas: la hiena. ¡Dios, cómo apesta! Y tiene ojos legañosos, ¡la pobre! ¿Cómo se puede mirar con esos tiñosos, ver siquiera algo?