En la misma casa, dos acciones distintas suceden al mismo tiempo. En la habitación de los papás un mosquito pica a mamá en el ojo y papá intenta matarlo. En la de los niños, Eduardo disfraza a su hermana de fantasma para dar a sus papás un susto de muerte. Lo que nadie imagina es lo que ocurrirá después como consecuencia de ambas cosas. Una divertida historia construida a partir de otras dos que se entrecruzan. Un relato lleno de humor y con un inesperado final, dirigido a los más pequeños. Ilustraciones con rasgos de cómic refuerzan el humor de este texto repleto de complicidades y guiños.En la misma casa, dos acciones distintas suceden al mismo tiempo. En la habitación de los papás un mosquito pica a mamá en el ojo y papá intenta matarlo. En la de los niños, Eduardo disfraza a su hermana de fantasma para dar a sus papás un susto de muerte. Lo que nadie imagina es lo que ocurrirá después como consecuencia de ambas cosas. Una divertida historia construida a partir de otras dos que se entrecruzan. Un relato lleno de humor y con un inesperado final, dirigido a los más pequeños. Ilustraciones con rasgos de cómic refuerzan el humor de este texto repleto de complicidades y guiños.
Soy el mostooo...
-¡Ay! Gus, me ha picado un mosquito. ¡Vamos, espachúrralo! -Soy el mostooo... -No, Leire, no digas monstruo, que lo dices mal. Es mejor decir: "Soy el fantasma, el fantasma de las tinieblas" -le dijo Eduardo. -Yo no he oído nada -murmuró papá-. ¿Estás segura? -¡Cómo no voy a a estarlo! Me acaba de picar en el ojo. Maldito bichejo...