Cincuenta y dos juegos de agudeza visual para poner a prueba la sagacidad y la paciencia del lector. En escenarios tan variados como la selva, el Oeste americano o la ciudad, hay que intentar dar con la solución de cada enigma. En un breve texto, que incluye a veces crucigramas, se describe el misterio que hay que resolver. Junto a él, una ilustración en blanco y negro, en algunos casos secuenciada en viñetas, en la que hay que hallar las respuestas. Al final del libro se incluyen todas las soluciones.
Cincuenta y dos juegos de agudeza visual para poner a prueba la sagacidad y la paciencia del lector. En escenarios tan variados como la selva, el Oeste americano o la ciudad, hay que intentar dar con la solución de cada enigma. En un breve texto, que incluye a veces crucigramas, se describe el misterio que hay que resolver. Junto a él, una ilustración en blanco y negro, en algunos casos secuenciada en viñetas, en la que hay que hallar las respuestas. Al final del libro se incluyen todas las soluciones.
Caliente, caliente
–¿Habéis oído eso? –preguntó Ángela con excitación, cuando los babuinos iban aquella mañana de camino.
–Sí –respondió Patrick–, ¡alguien ha pedido socorro!
Eddie y los babuinos echaron a correr por la acera y vieron a una mujer en la ventana de una casa.
Volvió a gritar «¡Socorro!» una vez más antes de cerrar la ventana y desaparecer.