Los sentimientos y las emociones forman el cálido núcleo de esta novela en torno a la relación de dos hermanas en una familia unida frente a la adversidad. Pero los personajes adquieren verdadero peso y relieve al estar insertados en un tiempo y unas circunstancias muy concretas, las de una sociedad cerrada y hostil con «los de color», un conflicto que se suma a las durísimas condiciones laborales que los obreros del criadero tienen que soportar cada jornada. Un recordatorio de que no hace tanto hubo que luchar por lo que ahora damos por supuesto y consideramos normal. A pesar de los infortunios, lo bueno, lo noble, lo digno y lo hermoso, ganan. Los sentimientos y las emociones forman el cálido núcleo de esta novela en torno a la relación de dos hermanas en una familia unida frente a la adversidad. Pero los personajes adquieren verdadero peso y relieve al estar insertados en un tiempo y unas circunstancias muy concretas, las de una sociedad cerrada y hostil con «los de color», un conflicto que se suma a las durísimas condiciones laborales que los obreros del criadero tienen que soportar cada jornada. Un recordatorio de que no hace tanto hubo que luchar por lo que ahora damos por supuesto y consideramos normal. A pesar de los... Seguir leyendo

Kira-Kira

Mi hermana, Lynn, me enseñó mi primera palabra: kira-kira. Yo decía ka-a-aaa, pero ella me entendía. Kira-kira significa «esplendoroso» en japonés. Lynn me contó que, cuando yo era pequeñita, solía sacarme de noche a la solitaria carretera que pasaba por nuestra casa, y que allí, de espaldas, contemplábamos las estrellas mientras ella repetía:
–Katie, di «kira-kira», «kira-kira».
¡Me encantaba esa palabra! Cuando crecí, la usaba para describir todo lo que me gustaba: el cielo azul, los cachorritos de perros, los cachorritos de gatos, las mariposas y los kleenex de colores.