Álbum sin palabras que invita a descubrir sus ilustraciones a través de una lectura pausada, solo a ritmo lento es posible apreciar los cambios e incentivar en el pequeño lector una mirada atenta, curiosa y paciente frente a la naturaleza. El libro no se agota en un primer acercamiento, la complejidad que subyace tras su aparente sencillez abarca un abanico temático que va desde las transformaciones que se producen a lo largo de las cuatro estaciones hasta esbozar apuntes sobre materias más filosóficas como el paso del tiempo, la fugacidad de la vida, la permanencia y los ciclos vitales. El niño espectador no es insensible a estos temas y propuestas como la presente, incluida en el Plan Lector de Portugal y un hit de la LIJ a mediados de los setenta del siglo XX, propicia una excelente oportunidad para charlar con ellos y confrontar ideas y sensaciones.
Álbum sin palabras que invita a descubrir sus ilustraciones a través de una lectura pausada, solo a ritmo lento es posible apreciar los cambios e incentivar en el pequeño lector una mirada atenta, curiosa y paciente frente a la naturaleza. El libro no se agota en un primer acercamiento, la complejidad que subyace tras su aparente sencillez abarca un abanico temático que va desde las transformaciones que se producen a lo largo de las cuatro estaciones hasta esbozar apuntes sobre materias más filosóficas como... Seguir leyendo