La conocida escritora alemana Christine Nöstlinger acerca a los lectores una interesante y divertida visión de la vida pirata. El hijo del capitán, que embarca en la nave para llegar a sustituir un día a su padre, cambia pronto las expectativas y le da un buen revés a la visión que su padre tiene del oficio de pirata. Un divertido relato con una estructura repetitiva sencilla que mantiene el interés del lector y le hará cuestionarse la importancia de lo doméstico incluso en los contextos más aventureros. La conocida escritora alemana Christine Nöstlinger acerca a los lectores una interesante y divertida visión de la vida pirata. El hijo del capitán, que embarca en la nave para llegar a sustituir un día a su padre, cambia pronto las expectativas y le da un buen revés a la visión que su padre tiene del oficio de pirata. Un divertido relato con una estructura repetitiva sencilla que mantiene el interés del lector y le hará cuestionarse la importancia de lo doméstico incluso en los contextos más aventureros.

Niko, el pirata

El padre de Niko era capitán de un barco pirata con tres piratas: El Alto, El Bajo y El Gordo. El Alto llevaba el timón; el Bajo limpiaba y el Gordo cocinaba.
El barco navegaba durante todo el año. Solo una vez al mes anclaba un día entero frente a la isla donde vivía la madre de Niko. A ella no le gustaba la vida de los piratas, porque se mareaba cuando las olas mecían el barco.
Al nacer Niko, sus padres habían decidido que, mientras fuera pequeño, viviría en la isla, y cuando midiera un metro, ¡subiría a bordo!