El Gran Guerrero

El Gran Guerrero cabalgaba a galope tendido en su corcel cuando, de repente, la nieve empezó a caer y a cubrirlo todo de un manto blanco y espeso.
En aquel lejano y solitario lugar, sin embargo, apenas había dónde guarecerse: sólo la Gruta Oscura ofrecía un abrigo seguro.
Así pues, el Gran Guerrero descendió de su caballo, ató al animal y se adentró en la Gruta Oscura sin demora...