El cocodrilo de la tina
Todo cambió en la vida de Almendra cuando Tomás cumplió dos años. Hasta entonces, la presencia de él no le había causado ningún problema.
Pero un mal día, mientras Almendra reposaba muy a gusto en la tina, mamá entró en el baño cargando a un hermanito rollizo y sin ropa y, sin más explicaciones, plantó a Tomás entre la espuma del baño.
-Cuida bien que no meta la cabeza en el agua. Y no dejes que coma jabón... Tengo que preparar la cena... Regreso en diez minutos.