Garmann es un niño noruego que vive con cierta angustia el final del verano porque supondrá su ingreso en la escuela. Tiene mariposas en el estómago porque los nervios, la emoción y unos gramitos de miedo le preocupan. Como todos los años sus tías abuelas vienen a visitarle, y con ellas llega el olor del otoño. Garmann está molesto consigo mismo porque ninguno de sus dientes se ha caído, ¡ni siquiera se mueven! Quedan sólo tres horas para el inicio de su vida de estudiante y antes de acostarse trata de imaginar lo que le aguarda en la escuela. Álbum que nos habla sobre el paso del tiempo, el crecimiento personal, la superación de los miedos y el reconocimiento de las propias limitaciones. Y lo hace con luminosidad narrativa, con desparpajo poético, con elocuencia imaginativa, y por ello nos cautiva, nos impacta, nos conmueve. La propuesta visual resulta magistral y el discurso literario discurre no sin sobresaltos debido al protagonismo que tratan de imponer las ilustraciones, con su sabia mezcla de realismo, fantasía y nonsense.
Garmann es un niño noruego que vive con cierta angustia el final del verano porque supondrá su ingreso en la escuela. Tiene mariposas en el estómago porque los nervios, la emoción y unos gramitos de miedo le preocupan. Como todos los años sus tías abuelas vienen a visitarle, y con ellas llega el olor del otoño. Garmann está molesto consigo mismo porque ninguno de sus dientes se ha caído, ¡ni siquiera se mueven! Quedan sólo tres horas para el inicio de su vida de estudiante y antes de acostarse trata de imaginar... Seguir leyendo
El final del verano
El verano de Garmann estaba a punto de acabarse. Los grillos cantaban y sus tres tías abuelas venían de visita. Garmann cerró los ojos y pensó en las babosas negras, en lo que escuecen las picaduras de mosquito y en que pronto iba a empezar a ir a la escuela. Volvió a abrir los ojos y vio que las ramas del manzano parecían dedos retorcidos apuntando al cielo. Pronto sería otoño.
Todos los años venían las tías a pasar unos días. Venían con su reúma, con sus hernias y con una tarta de almendra...