El elefante encadenado.
Cuando yo era niño me encantaba el mundo mágico de los circos.
Me entusiasmaba poder ver de cerca de cada uno de esos animales que viajaban en caravana de ciudad en ciudad.
Durante la función todo me parecía maravilloso y deslumbrante, pero la aparición del elefante siempre era mi momento preferido.
La gigantesca bestia hacía gala de una destreza, un tamaño y una fuerza impresionantes.
Era evidente que un animal así sería capaz de arrancar un árbol de un simple tirón. Y sin embargo...