Este conejo pertenece a Emily Brown
Había una vez una niña que se llamaba Emily Brown y un viejo conejo gris que se llamaba Stanley.
Un día, Emily Brown y Stanley estaban a punto de lanzarse en cohete hacia el espacio exterior en busca de formas de vida extraterrestre, cuando se oyó un «¡toc, toc, toc!» en la puerta de la cocina.
Era el jefe de los lacayos de la Reina, que dijo: La Reina ha visto con agrado tu conejo y querría quedarse con él. A cambio de Conejito te ofrece este osito nuevo.
Emily Brown miró al osito de la Reina...