A partir de unas fotografías tomadas en el mismo lugar con una diferencia de cincuenta años, el señor Cantalombardi cuenta a Martín y a Elena cómo ha cambiado. El pueblecito costero situado bajo un acantilado e iluminado por un faro, donde trabajaba su tío como farero, se ha convertido en una playa turística, llena de apartamentos, hoteles y carreteras. Narración acompañada de información e ilustraciones acerca del curso de un río, de los elementos del relieve de montaña y de las transformaciones del paisaje a causa del ser humano. A partir de unas fotografías tomadas en el mismo lugar con una diferencia de cincuenta años, el señor Cantalombardi cuenta a Martín y a Elena cómo ha cambiado. El pueblecito costero situado bajo un acantilado e iluminado por un faro, donde trabajaba su tío como farero, se ha convertido en una playa turística, llena de apartamentos, hoteles y carreteras. Narración acompañada de información e ilustraciones acerca del curso de un río, de los elementos del relieve de montaña y de las transformaciones del paisaje a causa del ser humano.

Descenso al barranco del Diablo

Una postal de hace cincuenta años.
El sábado a media mañana, Elena y yo fuimos a ver al señor Cantalombardi. Nuestro amigo acostumbra a trabajar en su invernadero y, para no molestarle, subimos arriba del todo de la finca y desde allí, con ayuda de una escalerilla, bajamos a su terraza.
Pero tenemos su permiso, no penséis que somos unos salteadores de caminos. Elena y yo somos buenos chicos.