Preciosos cuentos que reúnen en sí mismos alegría y tristeza, amistad y soledad, inquietud y más inquietud en los que la autora etíope regala a los lectores el amplio abanico de las sensaciones humanas con una delicadeza y dulzura verdaderamente atrapantes. Kublai Khan, el último Rey, pregunta al viento sus secretos; la Luna se apaga cuando la Princesa del unicornio está triste; Nemesia, olvidada por todos, hila y teje con paciencia... Bonitas y, cómo no, también inquietantes ilustraciones acompañan el caminar de este libro.
Preciosos cuentos que reúnen en sí mismos alegría y tristeza, amistad y soledad, inquietud y más inquietud en los que la autora etíope regala a los lectores el amplio abanico de las sensaciones humanas con una delicadeza y dulzura verdaderamente atrapantes. Kublai Khan, el último Rey, pregunta al viento sus secretos; la Luna se apaga cuando la Princesa del unicornio está triste; Nemesia, olvidada por todos, hila y teje con paciencia... Bonitas y, cómo no, también inquietantes ilustraciones acompañan el caminar de este... Seguir leyendo
En el laberinto del viento
Todos los días Kublai Khan, último Rey de la dinastía Mongol, subía a lo alto de la muralla de su fortaleza para encontrarse con el viento.
El viento venía de lejos y tenía, para contar, el mundo entero.
Kublai Khan nunca había salido de su fortaleza; no conocía el mundo. Escuchaba las palabras del viento y aprendía.
–La tierra es redonda y fácil –dijo el viento–. Voy siempre hacia delante, y paso por el lugar donde salí. He dado tantas vueltas a la Tierra, que ella está ovillada en mi soplo.