Merci, Albert

La familia de Albert Uderzo ha comunicado este martes que el autor se ha marchado con la misma discreción de la que hizo gala toda su vida, en su domicilio de Neuilly. Es una paradoja que hayamos perdido a este icono del siglo XX mientras dormía, precisamente él que ha hecho soñar a varias generaciones de lectores y amantes del cómic.

 

Nacido en Fismes en 1927, hijo de padres italianos, llevaba inventando personajes desde los comienzos de la Segunda Guerra Mundial, momento en el que surgieron protagonistas como Flamberge y Clopinard, Belloy o Arys Buck, e incluso el Capitán Marvel Jr mientras ayudaba a su padre en París. Fue entonces, aún siendo practicamente un adolescente, cuando comenzó a trabajar para varias revistas y diarios como Liberation, en cuyas páginas nacieron esos personajes y otras creaciones como Zartan, Zidore, Prince Rollin o Belloy, the invulnerable.

 

La vida cambió cuando se produjo el encuentro decisivo con su pareja profesional durante tantos y tantos años, el genial René Goscinny. Aquel lejano 1951, se fusionaron los talentos de dos artistas irrepetibles para crear cómics como los protagonizados por Jehan Pistolet y, sobre todo, las series Oumpah-Pah y Astérix, que les consagraron a nivel internacional.

 

Cinco años más tarde participaron activamente en la creación de las agencias Edipresse (prensa) y Edifrance (publicidad), en compañía de otros autores como Jean-Michel Chartier o Jean Hébrard. Años de intenso trabajo en los que, en ocasiones, dibujaban directamente a tinta, sin bocetaje previo.

 

Otro hito fundamental en sus carreras es su participación en el nacimiento de Pilote , un semanario destinado a la juventud cuna de numerosas series y personajes del cómic europeo. Fue ahí, en concreto el 29 de octubre de 1959, en la página 20, cuando tiene lugar el nacimiento oficial de Astérix el Galo. Obtuvo un éxito instantáneo alcanzando 300.000 copias vendidas en pocas semanas.