El talento del narrador oral y escritor Pep Bruno se une la exquisita sensibilidad que la ilustradora Rocío Martínez siempre imprime a sus creaciones en esta colección de cuentos encadenados, continuación del celebrado Escarabajo en compañía que permiten conocer de cerca las relaciones entre algunos populares insectos. Tal vez no podemos apreciar las cosas que pasan allá abajo, entre la hierba, en los árboles, en el huerto, pero Pep ha sabido escuchar sus inquietudes y captar sus emociones. Una carta sirve de semilla para la trama. Libélula, correo del bosque, entrega la misiva a Escarabajo, se trata de una invitación de Saltamontes para que él y sus viejos conocidos, las tres hormigas, el ciempiés y el grillo, vayan a pasar unos días a su nueva residencia, entre los vegetales que crecen junto al arroyo, al final del valle. La travesía hasta el lugar indicado, jalonada por el encuentro con una mariposa despistada, y las aventuras que viven juntos en la morada del chapulín, constituyen un poético y dulce canto a las bondades de la vida en contacto con la naturaleza, barnizado por el habitual buen humor que Bruno aplica a sus creaciones. Luz y color para días grises.

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