La ardilla está realmente enfadada. Todo apunta a que unos saqueadores han robado las nueces que guardaba con tanto amor. Cuando llega a la comisaría del bosque la primera impresión no es muy buena: el inspector Gordon duerme plácidamente y no parece muy preparado para empezar una investigación. Pero las apariencias a veces engañan, aunque es verdad que al famoso policía no hay nada que le guste más que un fuego caliente, una taza de té y unas buenas magdalenas con mermelada de grosella, pronto va a demostrar su alto nivel de responsabilidad y eficacia. En la búsqueda de sospechosos deberá hacer frente a múltiples adversidades, entre ellas un gélido ambiente que provocará algún que otro incidente inesperado, y conocerá a Mimi, una eficaz ratoncita que contratará como ayudante. Se trata de un dulce y cálido cuento ilustrado ideal para introducir al pequeño lector en la novela policiaca, protagonizado por personajes antropomorfos y salpicada de un suave humor, también presente en las bellas ilustraciones, brumosas y sugerentes, que supone el comienzo de las andanzas del, sin embargo, veterano detective (se extienden a lo largo de cinco capítulos más). ¡Que tiemblen Sam Spade, Philip Marlowe o John Blacksad! Ya está aquí un nuevo colega para luchar por la justicia. La obra ha sido adaptada al cine y es muy popular en Suecia, su país de origen.

Durante muchos años Misifús ha sido el fiel confidente de Doc. Gracias a su sigilo, especialmente brillante cuando cae la noche, el detective obtenía pruebas e indicios para resolver los casos más extravagantes. Pero hoy todo es diferente, ya no llega el eco de la melodía que bailaban juntos gatos y ratones. En su lugar un cerco de sangre y varios sospechosos que, tarde o temprano, terminarán por confesar. Entre las sombras aparecen y se esconden sugerentes personajes sin rostro, protagonistas de una insólita amistad. Los autores escogen con mimo las palabras precisas, la cadencia perfecta y los pinceles adecuados para componer una extraordinaria fábula, con aire de cine negro, imaginativa y sensual. Imprescindible.

Este es el primer gran caso para nuestra detective y la investigación parece complicada: han robado en una joyería, los testigos son incapaces de aportar algún dato sobre el físico del ladrón y el botín es elevado. Pero hay un detalle que puede dar luz a todo el proceso: la identificación del ADN. Esta premisa, planteada mediante una viñeta de cómic, sirve como pretexto para sondear en su estudio y profundizar en otros conceptos de la genética que hoy en día se utilizan para convertir en exitosas algunas investigaciones criminales. Paralelamente a las pesquisas conocemos curiosidades, pequeñas historias del mundo de la ciencia, nombres de científicos que han dado brillo a esta disciplina, diferentes datos sobre el genoma o famosos experimentos como el de la oveja Dolly. Un juego de pistas que convierte al lector en sabueso y aprendiz de laboratorio para pasar una jornada inolvidable descubriendo detalles sorprendentes y, al mismo tiempo, al culpable del delito. 

La sombra de detectives icónicos protagonistas de la mejor cosecha de film noir americano, como Sam Spade o Philip Marlowe, planea sobre los tres casos que protagoniza John Chatterton, un gato sagaz y reflexivo en cuyo despacho se depositan las esperanzas de distintos personajes, azotados por la fatalidad. El lector rápidamente identifica cada una de las investigaciones con la trama de un cuento clásico diferente. La abuela, una mujer a lo Joan Crawford en Alma en suplicio, preocupada por la desaparición de su hija, que viste completamente de rojo;  una madrasta inquieta por las amistades y lugares que frecuenta Lilia, su hijastra; o los señores Rosepín, a quienes un hada maligna predijo que su hija a los quince años se sumergiría en un sueño eterno. Divertidas e intrigantes reinterpretaciones que fusionan lo mejor de la novela negra con diferentes relatos populares, planteadas en un mundo en el que conviven animales humanizados con personas y que homenajea la estética de las películas de la década de los cuarenta a través del lenguaje del cómic. 

Calles oscuras, pasiones inconfesables, investigaciones criminales, detectives arruinados y supervivientes de viejos tiempos afortunados, amores fatales, casos sin resolver… El volumen recoge lo mejor del género noir, ejemplificado en diez relatos nacidos de la imaginación de una cuadrilla de escritores irrepetibles. La obra no solo apuesta por los clásicos de la época dorada (cuyo cénit se produjo a mediados del siglo XX), sino que traza un recorrido desde 1928 hasta 2002, tras una fascinante introducción de James Ellroy en donde pone de manifiesto los evidentes vasos comunicantes existentes entre los cuentos detectivescos y las mejores películas del cine negro. El lector puede disfrutar en pequeños sorbos, como aquellos detectives apostados en la barra del club de jazz, de una inolvidable sesión de intriga, misterio y tensión con la mejor fotografía en blanco y negro que ofrezca nuestra imaginación. La edición en formato digital posibilita a las tabletas como excelente soporte para redescubrir un género que, aunque sus tramas estén plagadas de asesinatos, está más vivo que nunca, como demuestran las constantes publicaciones y los numerosos festivales temáticos que se celebran en todo el mundo.

Como en una película de Murnau, el juego de luces y sombras sirve como ecosistema perfecto para narrar una historia oscura que transcurre en un lugar imaginario en el que han sido prohibidas las palabras. El pueblo, consciente de su valor, toma la calle para reivindicar el poder del texto frente al silencio y la opresión. Pero para ello es preciso que antes haya alguien con la valentía suficiente para pasar a la acción. La edición de esta historia sorprende por su distribución vertical y por el uso de bocadillos a pesar de la inexistencia de diálogos. Expresividad máxima en blanco y negro para ambientar un relato que denuncia las dictaduras, vengan de dónde vengan, y homenajea algunos rasgos del expresionismo acercando el estilo a las nuevas generaciones de lectores. Aroma de cine clásico en viñetas.

Una selección de seis cuentos policiacos realizada por Juan Antonio Molina Foix con unos criterios cronológicos y de evolución del género muy interesantes. La antología se inicia con un relato de Hawthorne donde un vendedor ambulante se convierte en difusor de la noticia de un asesinato que no ha sido verificado. Poe nos sorprende con «Tú eres el hombre», la historia de un magnicidio cuyos indicios conducen a un culpable incierto. En «Cazador cazado», de Wilkie Collins, presenciamos un robo doméstico descrito a través de la correspondencia entre varias personas. Conan Doyle ofrece un clásico del detective Sherlock Holmes. «La historia del hombre leopardo», de Jack London, narra un asesinato en el circo. La obra se cierra con «La lentejuela azul», de Richard Austin Freeman, protagonizada por el detective y doctor Thorndyke, famoso por resolver sus casos mediante métodos científicos. Los cuentos se complementan con una acertada invitación a la lectura, firmada por el responsable de la antología, en la que se explica el origen del género y las características generales; así como de una propuesta de actividades, orientada a un uso escolar, a partir de reflexiones y anotaciones realizadas por Jesús Merino. Unos relatos, como dice Molina Foix, para poner nuestra mente a funcionar y tratar de resolver enigmas.  

Un investigador acepta el reto de indagar las claves ocultas que esconde el testamento de un agente asesinado. A la vez, el propio policía cuenta los pasos que le condujeron a ese terrible final. El autor cuida al detalle la ambientación de cada parte y escoge con delicadeza el léxico convirtiendo la lectura de cada capítulo en un placer para el lector más exigente. La narración, desarrollada en capítulos que combinan diferentes tiempos y espacios, recrea la sociedad de los penúltimos años del franquismo a la vez que nos sumerge en una inquietante investigación actual, vinculada a los delitos contra el patrimonio artístico, que combina los mejores elementos de la novela de misterio y el thriller policíaco.

En 1892, apenas un lustro después de la aparición de Estudio en escarlata, la primera de las novelas protagonizadas por Sherlock Holmes, uno de sus contemporáneos de carne y hueso, británico como él y también imbuido de uno de los tótems de su tiempo, el razonamiento deductivo como vía para llegar a la verdad (uno de los emblemas del positivismo), ideó a Grodman, vecino de uno de tantos brumosos barrios londinenses de clase media y mente inquieta capaz de enfentarse a peculiares desafíos, como tendremos ocasión de comprobar en este breve relato, en la muy negra tradición de De Quincey y atravesado, de principio a fin, por una comicidad perversamente deliciosa, tan del gusto del temperamento inglés. Una casera impresionable, "un caballero de los pies a la cabeza " mutado en sindicalista, un torpe inspector de policía y el citado Grodman, ex detective hastiado de crímenes "sin originalidad, sin estilo, sin inspiración ni creatividad" y consumido por una "creciente pasión científica", son los actores de un 'drama' que parece mostrarnos -con gozosa ironía- los peligros del aburrimiento y la ociosidad...

Con un ritmo trepidante, la narración combina varias historias que se cruzan en el mismo punto geográfico, un pueblo siniestro y misterioso que no aparece en los mapas pero está fuertemente vigilado por la Guardia Civil y cobija a un anciano doctor de oscuro pasado. Álex, una joven periodista, regresa de un desengaño amoroso a su ciudad natal y, en el camino, descubre horrorizada el cadáver de una mujer. Al poco tiempo, su jefe denuncia la desaparición de la reportera. Un policía trata de resolver un asesinato relacionado, a la vez que trabaja para la Fundación Koenigsberg y se asocia con la detective Andrade, inmersa en las pesquisas oficiales. Todos ellos conforman las diferentes aristas de un espeluznante caso en el que un hilo del pasado une a los protagonistas. Tejido con oficio por el autor, la historia garantiza la inexistencia de un solo segundo de descanso. 

La joven Berta afronta un último desafío a la vez que hace frente a sus conflictos personales. La tarea de sustituir a su padre es excitante pero su carrera musical y relaciones amorosas también necesitan dedicación exclusiva. El reto de resolver un apasionante doble misterio obliga a profundizar en las pesquisas e implicarse, una vez más, en exceso con los peligros que ello conlleva.
Un thriller adictivo que culmina una serie de gran éxito y actualiza el género detectivesco, alternando la vida personal de la carismática protagonista con la resolución de variados casos policiales.

Cinco cuentos policiales, cinco detectives con diferentes métodos de investigación para resolver crímenes (muchos de ellos vinculados con el arte) y así llegar a la verdad: el ingenio de Augustus SFX Van Dusen le permite descubrir el robo de un cuadro; el Dr. Thorndyke a través de la ciencia resuelve un crimen motivado por el robo de diamantes; Max Carrados privado de la vista, pero con sus otros sentidos extremadamente desarrollados, descubre una estafa a través de una moneda antigua; el Padre Brown deja pistas y conduce a un detective hacia la verdad; y Violet Strange, con su particular mirada femenina, atrapa a un criminal a través de un hecho fortuito…
Los autores (estadounidenses e ingleses) nacidos en el siglo XIX, y los cuentos publicados a principios del siglo XX reunidos en este libro, son una puerta de ingreso al género policial más clásico…

A Rinoceronte, todos le conocen en el zoo por Rino Detective. Le encanta resolver casos misteriosos y, cuando investiga, gracias a su buen olfato, ¡huele enseguida a los culpables! En esta tercera entrega, se encargará de descubrir quién es el extraño que, según la serpiente Sibilina, ha venido a vivir al zoo y a perturbar la calma. Se trata de un pequeño ornitorrinco. Nadie lo ha visto, pero todos son capaces de opinar sobre su aspecto y de culpabilizarlo de algo que él no ha cometido. ¿Quién será el culpable?

Entretenida novela detectivesca escrita por el dos veces ganador del premio Roberto Bolaño, Luis Felipe Torres. Dynamuss se inscribe en aquella larga tradición de relatos policiales (al menos desde Poe, su origen moderno) que gira en torno a la figura del detective, tanto de su (excéntrica) personalidad como de sus singulares metodologías de investigación. Este modelo da por resultado una novela reflexiva, autoconsciente, completamente al tanto de las posibilidades que le brinda el género (de hecho, Harry Dynamuss es él mismo un excelente lector de novelas policiales, sobre todo en su vertiente negra: Chandler, Hammett). Esto le otorga a la novela una suerte de presencia magnética, en la medida en que todos los elementos, pasados ya por el código del género, se vuelven un tanto caricaturescos y excesivos, y por eso precisamente fascinantes.

Recomendaciones para entrar en una historia donde nada es lo que parece: el nombre del protagonista, Lemony Snicket, que se presenta en esta primera entrega de la serie Preguntas equivocadas como un chico de 13 años, aprendiz de detective, es el pseudónimo del verdadero autor de la novela. El misterio no empieza como debiera (por el principio ¡claro está!), ni siquiera la pregunta impresa en la portada del libro es la correcta. Ese es el atractivo de este cuidado relato, lo que lo hace diferente: ni el misterio se resuelve con la historia, ni la historia empieza con una pista. En él no vale distraerse. Es un libro para lectores que disfrutan de nuevos retos.

Recopilación de siete relatos protagonizados por el agente de la Continental, un detective privado de nombre desconocido que, en cambio, tiene una personalidad muy particular. Se trata de uno de los libros más brillantes y representativos del género negro. Asesinatos, desapariciones, robos, mujeres fatales..., nada se interpone entre este personaje y su principal objetivo: capturar delincuentes. El estilo narrativo se caracteriza por su ritmo trepidante y unos diálogos intensos, que envuelven al lector y lo trasladan a los Estados Unidos de principios del siglo XX. El volumen contiene una completa introducción sobre el autor y su obra.

Daniel es un detective privado ajeno a las actividades de sus amigos Antonio, Bernardo y Carlos, dueños de una empresa de importación y exportación de petróleo que, en realidad, es una tapadera para operar con el narcotráfico. Todo va bien hasta que intentan estafar a un mafioso. Cuando esto sale a la luz comienza una espiral de trágicos acontecimientos en los que los tres individuos se convertirán en auténticos lobos con tal de sobrevivir. Los giros inesperados de esta historia llevarán al lector hasta un sorprendente desenlace final.
Panini Noir presenta el primer título español de una colección dedicada a la serie negra. Surge de la colaboración entre dos especialistas que consiguen una historia llena de intriga y tensión. En ella, el lector se convierte en testigo de lo fina que es la línea que separa la delincuencia de una vida más o menos común. Guión e ilustración se suman para conformar una novela gráfica que recuerda el estilo más clásico del género negro, no muy habitual en el mundo del cómic.

Un magnate, dueño de las discográficas más importantes de Nueva Orleans, cuna del jazz, solicita los servicios del detective John Blacksad: debe encontrar a Sebastian «Little Hand» Fletcher, un virtuoso pianista en horas bajas debido a su adicción a la heroína. Su vida corre serio peligro, solamente hay tiempo hasta esa noche para salvarle de una muerte más que segura. Lo que en un principio parecía un sencillo caso de desaparición, esconde una compleja trama donde se mezclan asesinatos, drogas, infidelidades y otros oscuros intereses. Un apasionante cómic que, al igual que los tres volúmenes anteriores de la serie, presenta una narración gráfica espectacular reconocida con los más prestigiosos premios por todo el planeta.

John Chatterton es contratado por los padres de la señorita Rosepín. Debe impedir que su hija se pinche con el huso de una rueca y así evitar que se sumerga en un sueño interminable. En un descuido del detective Chatterton y como estaba pronosticado, la protagonista se pinchará con el huso y caerá finalmente en un profundo sueño. ¿Conseguirá esta vez volver a despertar? Nueva versión de La Bella durmiente, esta vez a cargo de Yvan Pommaux. El autor realiza una interpretación magnífica del cuento convirtiéndolo en un gran álbum lleno de intriga policíaca. John Chatterton sigue siendo el gato-detective abanderado del autor y el encargado de resolver el caso. En esta ocasión intenta evitar que una chica caiga en un sueño profundo. A la originalidad en el tratamiento del tema hay que añadir la propuesta estética, mezcla de elementos pertenecientes al cómic y a versiones cinematográficas.