A la pequeña Lucía le encanta trastear en compañía de su fiel amigo Pegotes, un perro que acostumbra a ir tan sucio como su dueña. Y es que para jugar a gusto, nada como despreocuparse de la limpieza, esa rara obsesión de algunas personas, como la madre de Lucía, quien está harta de lavarles una y otra vez sin conseguir que niña y can aguanten limpios siquiera unos minutos. Pero en esta ocasión y con invitados a punto de llegar, es posible que todo cambie... o no. La escalera es el primer título de la serie protagonizada por Lucía Manchitas, cuya capacidad de atraer las temibles manchas es el motivo central de la colección creada por el dúo Schmidt y Westendorp, una de las parejas creativas -escritora la primera, ilustradora la segunda- más fecundas e interesantes de la literatura infantil europea, merecedora de importantes premios y cuya obra se sigue valorando y editando en nuestros días. Una propuesta amable... y, sin duda, divertidamente realista.

Recopilación de cuentos breves en los que la autora, con sutil sentido del humor, narra aventuras en las que los protagonistas –una reina que ansía tener un hijo, un peluquero que visita un mundo congelado...– ejemplifican actitudes y valores como el respeto, la cooperación o la amistad. Las imágenes que salpican los textos ilustran personajes y recrean escenarios por los que discurren los relatos, impregnados con un tono de cuento tradicional que los hace muy recomendables para contar a los niños.

Novela que aborda conflictos y relaciones familiares desde la perspectiva de una niña y a partir de las interacciones con su madre, abuela, hermanos y primos. Los dos puntos culminantes de la trama se producen cuando tiene lugar el encuentro entre Camy, la protagonista, y su padre, y en el momento en el que todos estos personajes se enfrentan a la muerte. La reflexión sobre este hecho no es presentada con tremendismo, sino en una atmósfera positiva. Las relaciones entre los primos, los conflictos en los que siempre se embarca Richie y las envidias con Patty Ann construyen un argumento en el que se abordan grandes problemas cotidianos de forma sensible y elegante. Actualmente es una novela descatalogada difícil de conseguir.

Relato del encuentro de dos adolescentes con problemas familiares. Nina es hija única de una familia acomodada que la sobreprotege y le impide ser ella misma. En la casa en la que veranea con sus padres descubre escondido a un chico fugado de su hogar, de origen social bien distinto, pero con un problema familiar común con Nina: la incomunicación. Este contacto y los acontecimientos que seguirán ayudarán a Nina a vencer sus miedos y a enfrentarse a su familia.

Una anciana encuentra un viejo jarrón al cavar un agujero en su jardín para plantar un peral y un extraño personaje acude a reclamarlo. Así empieza un enredo en el que un auténtico vikingo entra en la apacible y tranquila vida de la señora. Y ¿qué sucede? Pues que para sorpresa de todos, esta respetable mujer descubre que su día a día puede empezar a ser emocionante. Los abundantes diálogos y la sucesión de situaciones disparatadas agilizan el relato y enganchan al lector. Dibujos en blanco y negro refuerzan el humor del texto. Otras conocidas obras de esta autora son Uiplalá o Mila y Yaco.

Relato en torno a la falta de comunicación entre padres e hijos. Un conflicto conyugal llena al protagonista de dudas y de miedos ya que se siente excluido de la vida cotidiana o, al menos, de las confesiones y confianzas habituales en el seno de una familia. A pesar del clima de tensión, sigue existiendo una profunda carga de amor filial, aunque el protagonista no acierta a comprenderlo. El texto está construido a partir de pequeños fragmentos y estructurado en breves textos, más insinuantes que afirmativos, que poseen una gran carga psicológica. El autor fue galardonado con el prestigioso Premio Hans Christian Andersen en 1990.

Los encuentros y desencuentros no son infrecuentes en las relaciones entre amigos. En este relato, la cabezonería de las protagonistas está a punto de provocar un serio disgusto. A sus padres, incapaces de resolver el problema con habilidad, sólo se les ocurre acudir a los bomberos. Finalmente, serán las propias niñas quienes solucionen el problema demostrando una vez más a los adultos que «la pelea es suya y nadie tiene que meterse en sus cosas». Una historia imaginativa y divertida que encantará a los niños porque refleja con frescura una de sus vivencias más naturales.

La autora, con gran sentido del humor, critica ciertas actitudes como los prejuicios y la falta de reconocimiento, en vida, de la obra de muchos artistas. Las ilustraciones recrean un mundo mágico a través de elementos cotidianos vistos desde otra perspectiva, la de los más pequeños. Una historia fantástica que resalta valores tan reales como el respeto, la ayuda y la amistad.