Las artistas salmantinas Guadalupe Lancho (actriz, cantante, creadora...); y Gloria Hernández, (directora de arte y gestora cultural en La Bendecida); que firma las ilustraciones y la maquetación de este proyecto, nos ofrecen una baraja compuesta de treinta tres cartas para utilizar "a modo de oráculo o como herramienta evolutiva del alma".
Una selección de disparadores e ideas luminosas, creada a partir de la combinación de vocablos sugerentes para configurar un diccionario destinado a espolear la creatividad del lector. Todos los versos son, tal y como describen en las "instrucciones de uso", positivos y amables, pues nacen con la intención de ayudar a comprender la "danza de la vida y el camino de regreso a casa"
Meditar, diseñar poemas, escenas dramáticas, dibujar el pliegue desconocido de cada lector... sea cual sea el significado que encontremos, las treinta y tres "palabrágicas" están estructuradas en tres grupos: once palabras de LUZ, once que sirven como PUENTE y otras once de SOMBRA. Las primeras están centradas en sublimar y celebrar el simple hecho de estar vivos e invitan a disfrutar del amor. Las palabras puente generan nuevos espacios de encuentro, todos ellos con dos orillas a las que acudir, bien diferenciadas, dependiendo del estado de ánimo. Las terceras nacen para ayudar a detener aquello que no nos gusta, abandonar todo lo que no ha generado nada positivo, iluminando el camino para intentar volver a lo que fuimos.

Imagen: Gloria Hernández
Se pueden leer y disfrutar de forma pausada, una tras otra, establecer juegos con preguntas y respuestas a partir de los términos aparecidos en un reparto aleatorio, interpretar libremente los "designios" que marcan las definiciones, a modo de oráculo creativo, para comunicar con las musas cuando creemos perdida la inspiración... Cada significado nos conduce a nuestros propios sentimientos.
En esta línea se han publicado recientemente otras propuestas didácticas y lúdicas, desde los proyectos de Wonder Ponder hasta el Palabratorio de Mar Benegas -entre otras muchas-, pero esta se orienta a un público joven y adulto y apela más a la intuición libre del lector y de su "mano mensajera", una idea que puede generar la chispa adecuada para performances y sesiones de juegos literarios compartidos por ejemplo en el marco de un club de lectura.
El proyecto está disponible, exclusivamente, a través de los perfiles en redes sociales de las autoras y del espacio cultural citado, La Bendecida.
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