El aviso. Thriller
Un sábado, a finales de mayo, el termómetro subió a 24 grados. La tormenta primaveral que se había desencadenado durante la noche se transformó en una suave brisa. El intenso cielo azul sobre la ciudad parecía prometedor.
Precisamente aquel día, Simon Laub tropezó con un cadáver. En realidad con parte de un cadáver. O, más exactamente: encontró una mano, una mano limpiamente amputada.
Simon y su madre se habían tomado su tiempo para desayunar. Para empezar, estuvieron hablando sobre el instituto, las vacaciones de verano y la cadena de robos que, durante semanas, había mentenido en vilo al barrio por los alrededores de Hellweg.