Lavable, el viejo osito de peluche protagonista del libro, desconoce la razón por la que está en el mundo. Una resabiada mosca es la culpable de que se plantee tan filosófica e inquietante cuestión y necesite encontrar un motivo lo suficientemente importante para justificar su existencia. Un lenguaje muy cuidado, aderezado con tintes de humor, y divertidas ilustraciones, construyen un relato sobre la búsqueda de la propia identidad en una historia cercana a los primeros lectores con un entrañable desenlace.
Lavable, el viejo osito de peluche protagonista del libro, desconoce la razón por la que está en el mundo. Una resabiada mosca es la culpable de que se plantee tan filosófica e inquietante cuestión y necesite encontrar un motivo lo suficientemente importante para justificar su existencia. Un lenguaje muy cuidado, aderezado con tintes de humor, y divertidas ilustraciones, construyen un relato sobre la búsqueda de la propia identidad en una historia cercana a los primeros lectores con un entrañable desenlace.
El osito de peluche y los animales
Érase una vez un simpático y viejo osito de peluche llamado Lavable. Tenía escrita esa palabra en una etiqueta que llevaba colgada en la oreja desde que era nuevo. Por eso el niño al cual pertenecía lo había llamado así. Aunque ya hacía mucho tiempo de eso. Ahora el niño iba al colegio y ya era demasiado mayor para jugar con ositos de peluche.