La abuela Rosa y los gemelos Rita y Ramón, escoltados por su legión de mascotas (un perro, un gato y cuatro periquitos), se instalan en la Casa del Palomar, una vieja mansión abandonada de pésima reputación. La casona está al lado del mar y, aunque hace tiempo que nadie la habita, se mantiene en perfecto estado. En el pueblo ninguna persona se atreve siquiera a mencionar su nombre, pero los nuevos inquilinos parecen no saber nada. Recién instalados, empiezan a suceder cosas extrañas: la fruta estropeada se recupera, aparecen manchas enigmáticas... Los nuevos inquilinos descubrirán pronto el misterio oculto de la vieja casa abandonada.
La abuela Rosa y los gemelos Rita y Ramón, escoltados por su legión de mascotas (un perro, un gato y cuatro periquitos), se instalan en la Casa del Palomar, una vieja mansión abandonada de pésima reputación. La casona está al lado del mar y, aunque hace tiempo que nadie la habita, se mantiene en perfecto estado. En el pueblo ninguna persona se atreve siquiera a mencionar su nombre, pero los nuevos inquilinos parecen no saber nada. Recién instalados, empiezan a suceder cosas extrañas: la fruta estropeada se recupera, aparecen... Seguir leyendo
El misterio de la Casa del Palomar
Hace muchos años, en un pueblo marinero protegido del viento del norte por un ejército de altas montañas, alguien construyó una inmensa casa solitaria. En sus robustas paredes de piedra destacan dos enormes ojos abiertos al océano. Sus cristaleras son de un azul intenso que impide ver el interior. Tal vez los vidrios sean de este color de tanto mirar al mar.