Un extraño paquete llega a la granja y todos los animales sienten una gran curiosidad. Cuando lo abren, descubren que se trata de un sencillo huevo. Como nadie quiere empollarlo, a Perro no le queda otro remedio que hacerlo él. Qué sorpresa se llevarán todos cuando, al romperse el cascarón, salga del interior un kiwi muy raro y bastante feo, que tiene en su cuerpo algo de cada animal de la granja. Todos están alborotados y reclaman la paternidad, pero Perro tiene muy claro que Kiwi es ahora hijo suyo, y lo protegerá cueste lo que cueste.
Un extraño paquete llega a la granja y todos los animales sienten una gran curiosidad. Cuando lo abren, descubren que se trata de un sencillo huevo. Como nadie quiere empollarlo, a Perro no le queda otro remedio que hacerlo él. Qué sorpresa se llevarán todos cuando, al romperse el cascarón, salga del interior un kiwi muy raro y bastante feo, que tiene en su cuerpo algo de cada animal de la granja. Todos están alborotados y reclaman la paternidad, pero Perro tiene muy claro que Kiwi es ahora hijo suyo, y lo protegerá cueste lo que... Seguir leyendo
Kiwi
![](/old-thumbs/978-84-675-3494-8_g.jpg)
Una mañana, muy temprano, el cartero dejó un paquete en el buzón de la granja. Yo creo que fue por error. Era grande, como una caja de zapatos. Y venía de muy lejos.
–¡Mirad!¡Nos han traído un regalo! –dijo el gallo.
Como siempre madrugaba mucho, fue el primero en verlo. Los patos se acercaron. También los tres cerditos, y la vaca, y las gallinas, y Perro, que era el guardián de la granja.
–No alborotéis –ladró–. No os acerquéis tanto. ¡Puede ser peligroso!