El antiguo cuento popular de la gallinita mantiene actualizada la eficacia de su moraleja y de paso enseña a los niños de hoy la larga cadena de trabajo que hay tras un alimento tan básico y cotidiano como el pan. Esta versión destinada a los más pequeños aporta además unas graciosas ilustraciones de rico colorido, texturas para estimular el tacto y el atractivo de elementos manipulables que incorporan movimiento.
El antiguo cuento popular de la gallinita mantiene actualizada la eficacia de su moraleja y de paso enseña a los niños de hoy la larga cadena de trabajo que hay tras un alimento tan básico y cotidiano como el pan. Esta versión destinada a los más pequeños aporta además unas graciosas ilustraciones de rico colorido, texturas para estimular el tacto y el atractivo de elementos manipulables que incorporan movimiento.
La gallinita roja
Érase una vez una gallinita roja que buscaba por aquí y por allí alguna cosa para comer. Y así fue como encontró unos apetitosos granos de trigo. Y en vez de picotearlos, decidió sembrarlos.
–¡Cerdo, amigo cerdo! ¿Me ayudas a sembrar los granos de trigo? –preguntó la gallina.
–¡No puedo, ¡tengo que ir a bañarme en el fango! –contestó el cerdo antes de irse.
Entonces la gallina sembró los granos ella sola. En seguida, unas preciosas espigas salieron de la tierra.