Falta poco para que Teresa se reúna con sus diez nietos. La ocasión tiene que ser muy especial, teniendo en cuenta que van a celebrar juntos la Navidad. Pero resulta que la abuela sólo tiene un regalo, y no hay dinero para más. Entonces decide cavar un hoyo al lado de un árbol y plantar allí mismo su paquete, y esperar a ver qué pasa, y comprobar sí de este modo se puede "multiplicar". Ilusión y amor son los ingredientes de esta historia.
Falta poco para que Teresa se reúna con sus diez nietos. La ocasión tiene que ser muy especial, teniendo en cuenta que van a celebrar juntos la Navidad. Pero resulta que la abuela sólo tiene un regalo, y no hay dinero para más. Entonces decide cavar un hoyo al lado de un árbol y plantar allí mismo su paquete, y esperar a ver qué pasa, y comprobar sí de este modo se puede "multiplicar". Ilusión y amor son los ingredientes de esta historia.
Regalos
Teresa se había ido a vivir al campo y por eso veía poco a los nietos. Poco, pero con ganas, con muchas ganas. Con tantas ganas que, cada vez que se encontraban, pasaba algo especial. Esta es la historia de lo que, una de esas veces, pasó. Faltaban pocos días para Navidad. Teresa tenía diez nietos, nada de dinero y un solo regalo.