Luna de Leyenda IV. La maga
La casa no tenía buena reputación. Algunos en Martens Hof opinaban que estaba maldita y, en efecto, no había que avivar mucho la fantasía para creer en semejante maldición; o por lo menos para llegar a comprender de dónde provenían todas esas tontas historias, aunque al ver la casa en cuestión ya no parecían tan tontas.