Cielo azul
Es posible que esta historia haya comenzado con un sueño. ¿Sería una preparación para lo que vendría más tarde, o quizá una advertencia? Pues el sueño era malo, muy malo, una pesadilla. Se decía que los malos sueños no debían confiarse a nadie, que había que contárselos al aire y después escupir tres veces. También con los buenos había que hacer algo parecido. No se podían revelar a nadie, sino que debíamos guardárnoslos. Entonces, ¿uno se enteraba sólo de los sueños que no eran ni buenos ni malos?