Las pequeñas alegrías y las contrariedades cotidianas de las protagonistas reflejan con nitidez la intensidad con que se vive en la infancia. Una fiesta de cumpleaños y un día de sol compartiendo juegos son, respectivamente, los sencillos motivos de las dos partes en que se divide el libro. Un cálido acercamiento a la complicidad de la amistad, las rivalidades y las relaciones con adultos que saben brindar apoyo y afecto, y transmitir valiosas enseñanzas. Una armonía alentadora redondeada con el encanto de las ilustraciones.
Las pequeñas alegrías y las contrariedades cotidianas de las protagonistas reflejan con nitidez la intensidad con que se vive en la infancia. Una fiesta de cumpleaños y un día de sol compartiendo juegos son, respectivamente, los sencillos motivos de las dos partes en que se divide el libro. Un cálido acercamiento a la complicidad de la amistad, las rivalidades y las relaciones con adultos que saben brindar apoyo y afecto, y transmitir valiosas enseñanzas. Una armonía alentadora redondeada con el encanto de las ilustraciones.
Historias de Ana
–Vaya por Dios –se queja mamá–. Otra vez salimos tarde –mete en la mochila la caja del desayuno de su hija Ana–. Venga, date prisa, caracolito.
–No puedo –dice la niña. Se está anudando los cordones de sus zapatos. En esa tarea es imposible apresurarse. Mamá abotona la chaqueta de su hija, aunque la verdad es que Ana sabe hacerlo.