Juan, el protagonista y principal narrador, aprendiz de escritor, toma el testigo del viejo marinero contador y se apropia de su historia para contarla sazonada con sus lecturas favoritas. Estas aventuras imaginadas –un homenaje a la creación literaria y a los escritores clásicos de aventuras, especialmente a Salgari– alternan con las vivencias de la pandilla en el áspero marco de la posguerra, en el que tan difícil resulta mantener unos valores nobles, y acaban condicionando la realidad con su poder de seducción.
Juan, el protagonista y principal narrador, aprendiz de escritor, toma el testigo del viejo marinero contador y se apropia de su historia para contarla sazonada con sus lecturas favoritas. Estas aventuras imaginadas –un homenaje a la creación literaria y a los escritores clásicos de aventuras, especialmente a Salgari– alternan con las vivencias de la pandilla en el áspero marco de la posguerra, en el que tan difícil resulta mantener unos valores nobles, y acaban condicionando la realidad con su poder de seducción.
En el Mar de China
Ése fue el peor verano que yo recuerde, aunque hubo algunas cosas buenas. A mi padre le indultaron de la pena de muerte y lo trasladaron de la prisión de Málaga al penal del Puerto de Santa María en Cádiz. Le habían conmutado la pena capital por treinta años de trabajos forzados. El delito de mi padre era el de rebelión militar, o sea que, según dijeron ellos, había ayudado a la guerrilla de los montes y había levantado en armas a la fábrica donde trabajaba.